El tiempo ha pasado y sigue pasando, en esencia sigo siendo
el mismo, sólo que con unos años más… Me doy cuenta que he hecho cosas buenas
durante esta vida y me quedan muchas cosas por hacer, cosas importantes que he
postergado por una y otra razón.
El miedo ha sido un actor principal a lo largo de mi vida,
al grado tal de paralizarme en momentos de trascendencia, momentos que no
volverán.
Hoy me siento con nuevas fuerzas y un gran deseo de
cambiar, de hacer cosas diferentes, de pensar de otra manera, pensar que lo que
no ha llegado a mi vida llegará en el momento perfecto. Hay tristeza pero
también alegría, porque hay un despertar, como si hubiera más luz a mi
alrededor que me permite ver mi entorno de manera más clara.
Estoy a la mitad del camino, es el momento en el que decido
enderezar el rumbo, no más miedo, no más temor, no más conformarme, es momento
de intentarlo. Llego a mi madurez, sólo y acompañado, feliz y triste, con
ilusiones y esperanza de una vida más plena, una vida de dar, una vida llena de
amor.
Tengo todo para lograrlo, es el momento perfecto, es ahora,
es hoy, estoy listo, es cuestión de decisión, el momento llegó, no hay vuelta
atrás.
Es momento que el árbol de fruto y que el fruto defina al
árbol, es momento de dejar fluir libre al YO que me pide ser y manifestarse en
mi vida. Es tiempo de sonreír y contagiar de alegría a los que me rodean.
El momento esperado llegó, es ahora, no hay vuelta atrás.
MARCO.
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