En mis
silencios
Las
letras se convierten en dagas que salen descontroladas y angustiosas de mi alma.
De
poco a poco y sin prisas porque el sentido del pudor, el miedo y la impotencia,
guían sus
propias pautas haciendo caso omiso al
desgarro doloroso de unas heridas
no cicatrizadas
Cuando
ya nada puedes hacer, cuando regalaste lo más hermoso que hay en ti y sientes
que
no es
importante ni suficiente, cuando se mira hacia otro lado ignorando tus lágrimas,
cuando todo se queda en una furtiva e ilusionaría caricia a tu alma triste que se
pregunta aterrada,
si todo fue real o una velada falacia.
Como acallar este grito que sale de las entrañas...
Miro las sombras de un cielo que antes
tenía vida
Tiemblan
mis manos al sostener un anillo roto, una media luna, una piedra cálida
que
antes eran ardiente lava y hoy son inertes cenizas, acariciadas por mis labios
en temblorosa calma.
Las
letras se convierten en dagas y estas en lágrimas mudas, dolorosas, vacías
Tenemos en nuestras manos la savia de la vida y la dejamos derramarse de entre los dedos
como agua
que busca con ansiada y mal disimulada prisa, el final de sus días
Vuelven
a estar en pie las murallas, firmes, aunque ahora mas desgastadas que nunca
Pero
con una lección de madurez aprendida.
Como se
rompe un sueño?… No luchando por darle
Vida