Contra la violencia,
sea cual sea. Si nada hiciste, cómplice fuiste
Hoy te digo adiós…
Antes de irme te escribo esta
carta, solo por si te interesa saber el porqué de mi partida, para que no te
preocupes por mí, por lo que pueda pasarme o que va ser de mis días…
Esto
te hubiera escrito hace algún tiempo, que ingenua verdad? En realidad te
escribo estas líneas porque sé que te van a doler, no te voy a mentir hoy he
decidido no mentir más. Sé que no leerás hasta el final tampoco me preocupa,
bien se de tu cobardía aun tengo huellas que lo acreditan, la ultima, la de
anoche antes de decirme que me querías. Triste manera de expresar el amor pero
no te juzgo ni siquiera intento ya comprenderte
No
me arrepiento de haberte dado mi amor, ni mis días ni mis caricias, ya ves yo
soy así y me he dado cuenta de que no quiero cambiar.
Esta
mañana al despertar sentí que no tenía prisa por ver un nuevo día y al
molestarme los primeros rayos del sol me di cuenta de que ya todo acabó
Me
duché despacito no tanto por el dolor de mi cuerpo que me recordaba tu ira y
frustración si no porque fui comprobando poco a poco que mi piel aun es joven
para sentir algo más que dolor, al mirarme al espejo la imagen que se reflejaba
me impactó , pero al observar mis ojos
volví a ver la mujer que hace años conocí, la mujer que sonreía continuamente,
que amaba y acariciaba con solo una mirada y al intentar retirar las marcas que
dejaste “sin querer”, en mi cuerpo, pude ver que esa mujer aun sigue en mi,
escondida y asustada, más por tus
fracasos y miedos, que por mi propia
cobardía, pero igual de hermosa que
aquel día en que mirándome a los ojos prometiste amarme y respetarme
Durante
años esperé que recordaras tus palabras, intenté seducirte como mujer,
agradarte como ser humano, hacer tu existencia lo más feliz posible aunque en
ello se me fueran mis fuerzas y mis ganas, la conclusión siempre era la misma
“llora y se arrepiente, en el fondo sé que me quiere” solo hacía falta que te
dieras cuenta y así pasaron los días…
Era tanto lo que te amaba…
Hoy
me he dado cuenta que no me querías, nunca lo hiciste el egoísmo y la vanidad
son vendas que tapan tus ojos y que solo tú puedes quizás algún día, dejarla
caer y ver de nuevo la luz del día. A mí la verdad, ya no me preocupa.
Aun
sigues leyendo? De ser así me alegro por ti, eso quiere decir que en alguna
parte de ti existe algo llamado conciencia, posiblemente la única que te ayude
con tu mayor enemigo, tú mismo.
Podría
decirte tantas cosas ahora que me prestas un poco de atención pero, para qué?..
Ya, no merece la pena. Solo quiero que sepas, que si en algo esto debe
ayudarte, reconozcas lo que has perdido.
Después
de todo lo vivido junto a ti, no quedan reproches ni castigos. Mi cuerpo se siente
débil, mi mente agotada y mi corazón, roto por el dolor…. Pero hoy aún respiro
Porque
yo no soy como pintabas en tu “manual de convivencia” nunca me has conocido y
pobre de ti nunca me vas a conocer
Has tenido
a tu lado a la madre de tus hijos, a una mujer que sin saber bien como caminar por la vida, por
mi juventud e inocencia, me agarré a tus
manos y me entregué a un amor joven y puro, dulce e ilusionado. Quise aprender la vida contigo, te he querido más que a mi
propia vida, hasta comprender que el
amor no es sacrificio.
El
amor no se mendiga ni se reclama con abnegación.
No se ama cuando la caricia se regala, golpe a
golpe. Entre el miedo y el dominio
Así
pues, me llevo lo que no has querido lo que has rechazado día a día con tu ira.
Me
voy, orgullosa de ser mujer, de ser valiente y haber amado sin límites. Me voy
en busca de todo cuanto hay creado para mí. Sin miedos, sin rencor ni dolor, sin prisas, nada de eso cabe en mi equipaje, tan solo te dejo este
leve recuerdo y mi última lagrima.
Tengo
mucho que aprender, mucho que ofrecer y
un camino largo y lleno de esperanza
Me voy, porque el Ser humano está
hecho para sentir, para Vivir. Me voy porque quiero ser feliz.
P.D. No me busques, la mujer enamorada y paciente que te
esperaba en casa,
ya no existe
No más
golpes, no más gritos, no más miedos ni sacrificios
Ser
mujer es el regalo más hermoso con el
que somos obsequiadas.
Siéntete
orgullosa de Ser, Vida