Las manos de mi madre

Hoy es un buen día para besar

las manos de mi madre…

Las manos de mi madre, blancas y tiernas

Manos que curan que serenan

en la adversidad y en las tinieblas.

Las manos de mi madre, siempre alertas

si me caigo me levantan, si me hago daño me consuelan

Manos que aprietan y acarician,

sin apenas darnos cuenta

Con la ceremonia lenta de quien sabiendo

que no son más que manos,  guiadas con el corazón

remedian…

Las manos de mi madre son dos palomas  risueñas

que revolotean sobre mi cuerpo, cuando  soy pequeña

que enjugan mis lágrimas, que apartan los miedos

en mis noches largas y lastimeras.

Las mismas manos que al crecer me hacen sentir bella,

me explican y me corrigen. Me enseñan.

Manos de madre, siempre dispuestas.

Las manos de mi madre me dan vida

calor, riqueza, comida y auxilio,

apoyo y paciencia.

Serenidad, amor, entereza

lealtad, honradez y fuerza

Las mismas manos  que hoy sostengo entre las mías

con añoranza, ternura y pena

porque el tiempo las volvió delgaditas y pequeñas…

Estas manos  que dieron tanto y aun siguen abiertas

las mismas manos, que  sin pedir nada siempre están llenas.

Hoy es un buen día para besar las  manos de mi madre

Porque aunque tú ya no estás

yo siempre las siento cerca